10 cosas que no debe hacer un entrenador


COMPROMETERNOS A CIEGAS: antes de iniciar una nueva etapa en un club o colegio debemos estar seguros de los medios de que disponemos, del método de trabajo que están acostumbrados a realizar, la estructura del club y lo que quieren de mí.


Aclarando todos estos puntos haremos que sea más difícil que aparezcan problemas en el día a día de la temporada.
CAMBIAR REGLAS: cuando el entrenador marca una serie de reglas tanto de disciplina como de entrenamiento estas no pueden cambiarse sin avisar porque desorientan al grupo y hace que los jugadores pierdan confianza en nosotros.




NO SER PUNTUAL O FALTAR A LOS ENTRENAMIENTOS: cuando uno asume la dirección de un equipo sea la categoría que sea además de las normas que marque hay dos que deben ser comunes a todos los equipos: la puntualidad y la asistencia tanto a entrenamientos como a partidos.


Debemos exigirlas y por supuesto cumplir nosotros los primeros.
NO SER SINCERO: cuando el entrenador marca los objetivos tanto individuales como colectivos y como se va a llegar a ellos, debe ser sincero con los jugadores.


Si deja de ser sincero tarde o temprano esto creará conflictos.
SER INCONSTANTE: el trabajo que se realiza con un equipo engloba desde el primer al último entrenamiento de la temporada y el entrenador debe transmitir eso a sus jugadores.


No debemos ser más exigentes solo cuando se acerca el final de liga o partidos importantes, la mejora del equipo es fruto de todas las semanas.
DEJARSE INFLUENCIAR: el entrenador es el que debe aportar su mirada objetiva al equipo, cuando aparecen dudas o problemas sus ayudantes y su director técnico son las personas en las que se debe apoyar. Nunca debe hacerlo en padres, familiares o amigos de los jugadores, aunque a veces nos puedan parecer un buen apoyo.







NO SER HUMILDE: si perdemos la humildad a la hora de valorar nuestro trabajo, de preparar los partidos, de formar a nuestros jugadores, etc,…seguramente en un futuro seamos peores entrenadores. Por muchos éxitos que obtengamos siempre podemos mejorar y esa mejora es la que hará que hagamos mejores a nuestros jugadores.






NO SER RESPETUOSO: como entrenadores debemos ser un ejemplo en varios aspectos para nuestros jugadores.


Debemos ser un buen referente para nuestros jugadores y por eso no podemos faltar el respeto al resto de personas que comparten nuestro deporte: árbitros, anotadores, rivales,…. y por supuesto a nuestros propios jugadores.
SER EGOÍSTA: a veces nos podemos encontrar en una situación, que para llegar a cumplir alguno de los objetivos marcados tengamos que pasar por encima de otros.


El entrenador debe valorar que es lo mejor para el equipo y no lo mejor para él.


Po ejemplo, no siempre podemos pensar en los resultados en categorías de formación.
TIRAR LA TOALLA: aunque los resultados no acompañen, la mejora del equipo no sea la adecuada o cualquiera de los infinitos problemas que puedan aparecer en una temporada, el entrenador debe estar por encima de todos y por muy difícil que sea, por mucho que nos cueste o por muy desmotivados que estemos, debemos saber que si el entrenador se derrumba, el equipo lo hará con él.


Para cada problemas habrá múltiples soluciones y varias decisiones difíciles que tomar, pero sea cual sea la decisión final debemos afrontarla desde la entereza, por ello asumimos el reto de dirigir un equipo.

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